¿Hasta qué punto la indiferencia se convierte en crimen?

"Existe un delito de indiferencia que es aún más fundamental, porque es lo que permite los crímenes..." André Glucksmann, filósofo francés.

Uno no tiene más remedio que darle la razón a Liliana Ortega en sus declaraciones registradas en el artículo “El silencio es cómplice de la impunidad en todo crimen” de El Universal el 24/04/2013, donde señala que la denuncia "tiene un efecto reparador sobre las víctimas, pues les permite drenar lo que sienten y además les da el alivio de sentirse partícipes del proceso por lograr castigo para los responsables".

Es difícil contrarrestar tal argumento. Más si se tiene la experiencia de sufrir abusos por parte de un Estado que usa sistemáticamente la violencia verbal y física como herramienta principal para mantenerse en el poder. No obstante, las denuncias de abusos contra los derechos humanos no solo deben venir de las víctimas o familiares de éstas. También deben venir de los que presencian tales abusos y con el apoyo necesario de todo aquel que tiene conocimiento del mismo.

La impunidad se escuda en el miedo influido que impide la actuación de quien la denuncia. Esta impunidad se vuelve un Estado de Hecho que contrarresta y socava, desde el individuo, al Estado de Derecho. Tal Estado de Hecho es ilegal e ilegítimo que somete al ser humano a una tortura, no solo física o corporal, sino mental que afecta sus emociones, anhelos  y esperanzas presentes y futuras tanto para sí mismo como a los suyos. Estas esperanzas se desvanecen por completo cuando el individuo, ya convertido en víctima, acepta que vive en un entorno parecido a la Ley de la Selva: sobrevive el más fuerte, haciéndose partícipe de la continuidad de ese Estado de Hecho. Al acostumbrarse a ese entorno se vuelve un soldado dispuesto a pelear para defenderlo.

Los seres humanos tenemos la capacidad de razonar ante tales hechos. Pero no todos son capaces de ir a la acción cuando esa "razón" indica que un "hecho" es inaceptable. Esto se vuelve un arma de doble filo. Un ciudadano puede pensar como poco probable verse en tal situación (“esto no me va a pasar a mí”, diría) pero, como los matemáticos demostraron que estamos separados tan sólo por 6 personas, tarde o temprano cualquiera puede ser víctima. Este "despiste", por así llamarlo, hace del individuo un cómplice en potencia del abuso o crimen. Esa complicidad "pasiva" le da al régimen la indirecta y tácita aprobación de sus acciones.

Es por ello que existe la necesidad de concienciar al ciudadano que la pasividad ante tales abusos pronto se volverá en su contra. No se puede cerrar los ojos ante esos hechos. Recordando el documental titulado "Rebelión: El Caso Litvinenko", el autor y director Andrei Nekrasov entrevistaba al filósofo francés André Glucksmann. Éste hizo comentarios sobre el régimen Nazi y sus estragos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. El filósofo decía que "existe un delito de indiferencia que es aún más fundamental, porque es lo que permite los crímenes nazis". Y agregaba: "el crimen de los Nazis fue cometido por los Nazis y parte de la población de Alemania y de Europa… pero solo una parte. Pero el crimen de indiferencia que dejó a los Nazis al poder y le dejó ejercerlo como todos sabemos es un crimen general de los europeos, los dirigentes y también la población. El delito de indiferencia consiste en cerrar los ojos cuando empieza la conducta criminal".

No creo que estemos ante otra situación anecdótica como las que tuvimos en años pasados. Estamos ante una situación como nunca antes tuvimos ni creo que tendremos. La Venezuela que hoy tenemos está en vías de convertirse en la Rusia actual, dominada por una casta de oligarcas que han suprimido las libertades logradas tras la caída del Muro de Berlín en 1989. La jerarquía pesuvista actual es una autocracia gobernada por unos pocos al estilo del "Poder Vertical", como lo define Vladimir Putin.

Es por ello que debemos cultivar las fuerzas para actuar y denunciar sin cobardía los abusos hechos por este régimen y no permitir que, una vez salgan del poder, queden impunes sus crímenes. Las acciones del ciudadano son el veredicto contra las tiranías.

@cesmarram
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